El profesor

El otro día encontré un vídeo en el blog de mi amigo Nanda, "Cada día Plenamente", que quiero compartir porque me parece genial. Es un trozo de la película “El profesor” que, en su momento, me gustó mucho. En esta escena, Henry Bathes (interpretado por Adrien Brody) explica a sus alumnos la importancia de leer, de estimular la imaginación, de cultivar la propia conciencia para poder tener cierto espacio de libertad y decisión en sus vidas.

Yo trabajo como profesora y me encanta. Para mí es un verdadero privilegio que me permite aprender muchísimo. Explico a mis alumnos Historia y Arte pero, en realidad, lo que intento es animarles a pensar, motivarles para que saquen sus propias reflexiones. Año tras año, les digo que me da bastante igual si se saben de memoria la lista de los reyes godos o el año de la batalla de las Navas de Tolosa, que lo que quiero es que piensen, que opinen, que debatan, que decidan. Insisto en que su opinión cuenta, que me interesa escucharla, que el mundo necesita su aportación, y que, sobre todo, pero sobre todo, no pueden dejar de pensar porque –y esto siempre lo remarco- si no piensan, alguien pensará por ellos y eso es muy peligroso.

Por eso, me encantó volver a ver esta escena que pone de relevancia que “24 horas al día, durante el resto de nuestras vidas, la gente que está en el poder está trabajando duro atontándonos hasta la muerte. Entonces, para defendernos y luchar para no asimilar este atontamiento en nuestros procesadores mentales, debemos aprender a leer, a estimular nuestra propia imaginación, a cultivar nuestra conciencia, nuestro propio sistema de creencias. Todos necesitamos estas habilidades para defender, para preservar nuestras mentes.”

No permitas que te atonten, piensa, estudia, pregunta, debate, opina… preserva tu mente de basura, para poder llegar a conclusiones que no estén basadas en lo que te “has tragado” y en lo que te “han vendido” sino en lo que tú, en tu pequeño espacio protegido, has podido razonar y decidir. Se lo digo a mis alumnos, me lo repito a mí y te lo transmito también a ti. Porque entre todos creamos la sociedad y el mundo en el que vivimos. Y creo que vale la pena hacerlo con conciencia.