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lunes, 29 de diciembre de 2014

50 mantras para 2015

(Imagen de favim.com)


Mi amiga Alhy me envía un mail con 50 mantras para 2015. Me ha parecido tan bueno, que le he pedido permiso para compartirlos. Ahí van:


Los 50 mantras para 2015

1. Preguntarse cada mañana: ¿Cómo puedo servir hoy?

2. Agradecer cada enseñanza que te trae la vida.

3. Aligerar la carga material.

4. Antes de comenzar a comer, dedicar un momento para mirar la comida, agradecer por ella y hacerla real.

5. Tener presente que es buscando la felicidad de los otros como se encuentra la propia.

6. Cada día, al despertar, abrir los brazos de par en par para recibir todos los regalos que la abundancia te trae y aún más.

7. Recordarme que con nuestras elecciones de consumo contribuimos al bienestar del planeta con todas las personas y animales que viven en él.

8. Conectar con la naturaleza.

9. Ser consciente de que cuando estas en una misión espiritual no necesitas la aprobación de los otros. Sencillamente continúas con tu tarea.

10. Decir ¡gracias! cuando las cosas no salen cuando yo quiero porque significa que me he librado de lo que no me convenía.

11. En lugar de comer si siento hambre de amor, respirar; en la respiración está contenido el aliento del universo.

12. Recordar que cuanto más amor soy capaz de recibir de mi entorno, mayor es la energía que siento.

13. Dedicar unos minutos cada día a agradecer por todo lo que recibo.

14. Decirle a Dios “lo dejo en tus manos” cuando siento miedo o no sé qué hacer.

15. Recordar que Dios se comunica conmigo a través de la intuición.

16. Disfrutar el presente mejor que estar preocupada por el futuro.

17. Tomar consciencia de que en cada bocado que tomo está contenido el mundo entero: el árbol, el viento, las nubes, la lluvia, la tierra, el sol, el agricultor, quien cosechó, quien distribuyó, quien lo cocinó, quien lo come…

18. Erradicar mi historia personal y definir mi vida presente de hoy.

19. Escribir mi situación ideal deseada con todo lujo de detalles y sentir lo que sentiría si la estuviera viviendo. Hacer esto 10 minutos cada día al despertar y 10 antes de ir a acostar.

20. Recordar que estoy aquí por una razón. Soy un ser divino y sagrado.

21. Fijarme en los actos bondadosos de los otros en lugar de en sus faltas.

22. Hacer regalos anónimos a los otros.

23. Tener presente que hemos venido a amar y ser amados. Para ser amada he de amarme a mi misma.

24. Interesarme por los otros versus querer ser interesante para ellos.

25. Tener presente que juzgar a los otros es alejarme de la paz.

26. Recordar que la clave de la felicidad reside en la aceptación de todo lo que es.

27. Recordar que la mejor forma de superar un revés es entregarlo a Dios.

28. Pasar de las etiquetas, pues nos separan: Todos somos uno.

29. Tener claro que los accidentes no existen en nuestro universo inteligente.

30. Observar a los animales, que lo dan todo y no piden nada. El hombre es el único animal que pide y no da.

31. Meditar en la serenidad interna.

32. Pasar momentos de silencio contemplativo para dar gracias.

33. No hablar de horrores y tragedias. No criticar lo que hacen los otros.

34. Nunca dejar a nadie enfadado, no sabemos si le volveremos a ver.

35. Perdonarme y ser libre de la autorecriminación.

36. Permitirme estar tranquila.

37. Reemplazar temor y culpa por amor, perdón y amabilidad.

38. Regalarme un retiro  de silencio cada día, es mi pasaje hacia la paz.

39. Responder con serenidad sin dar consejo no solicitado.

40. Simplificar la vida: Menos es más.

41. Aceptar que soy lo que soy; y eso está bien.

42. Tomar consciencia de que las personas que llegan a mi vida son valiosas, incluidos los "enemigos".

43. Tener presente que todo lo que hago es insignificante, pero a la vez muy importante que lo haga.

44. Saber que todo lo que ocurre es perfecto y obedece al plan divino para mi vida.

45. Darme cuenta que lo que pienso sobre los otros, lo pienso sobre mi.

46. Entender que todos estamos conectados, ¿qué sentido tiene atacarnos unos a otros?

47. Comprender que yo no soy lo que hago, porque entonces cuando no hago no soy ¿?

48. Visualizar lo que quiero que llegue a mi vida, teniendo siempre esa imagen en mi mente.

49. Ir más allá de mi yo físico. Yo no soy este cuerpo sino quien observa este cuerpo.

50. Recordar que soy mucho más que las cosas que me preocupan. Soy el observador y no lo observado.


¡FELIZ AÑO NUEVO!



viernes, 26 de diciembre de 2014

Candelas


Me habló mi hermana el otro día de las pulseras “Candela”, un proyecto que me encantó y me hace ilusión compartir en el blog. Aquí tenéis la historia, tal como aparece en el link del Hospital Sant Joan de Déu:

“Las “Candela” son unas pulseras de colores que elaboran los niños ingresados en la planta de Onco-hematología del Hospital Sant Joan de Déu, sus familias y sus amigos. Y es gracias al trabajo conjunto de todos ellos que lo que en un principio empezó como un entretenimiento ha acabado siendo un producto solidario que luce en miles de brazos y que ha conseguido recaudar hasta ahora más de 21.000 euros para la investigación del cáncer infantil.

El origen de las “Candela” es una historia de amistad que empezó cuando una voluntaria del Hospital enseñó a Candela, una niña ingresada con leucemia, a hacer unas pulseras formadas por nudos para que las horas le parecieran más cortas. Ella, a su vez, enseñó a hacerlas a dos amigas suyas, Mariona y Daniela, las impulsoras de la iniciativa, puesto que le pusieron el nombre y empezaron a venderlas durante todo un verano para conseguir dinero para investigar el cáncer infantil.

Pronto se sumaron todos los niños y niñas de la 8a planta del Hospital (entre ellos se llaman Chipirones), sus familias, los amigos y todas aquellas personas que querían continuar esta historia solidaria. Y con el trabajo de todos ellos, las “Candela” han logrado un éxito que ha traspasado el Hospital para seguir sumando recursos para avanzar en el conocimiento de esta enfermedad.”




lunes, 22 de diciembre de 2014

lunes, 15 de diciembre de 2014

Conflictos


(Imagen de Tommy Ingberg)


Hace unos meses hice un curso on-line sobre resolución de conflictos, a cargo de la maestra zen Diane Musho Hamilton. Fue muy interesante y aprendí muchas cosas (que desde entonces estoy intentando practicar con mejor o peor resultado…), pero hubo una en concreto que pensé que debía grabarme a fuego. En realidad, no era más que una pregunta pero era una de las buenas. Diane proponía que, en momentos de conflicto -incomodidad, tristeza, caos-, nos preguntáramos sobre lo que tenía de positivo dicha situación.

Cuando un conflicto irrumpe en nuestra vida, sea del tipo que sea, la mayoría de las veces nos altera, nos perturba y nos remueve. Y, a menudo, olvidamos que es una ocasión para aprender algo nuevo sobre nosotros mismos, para descubrir nuestros patrones de comportamiento y para poder empezar a cambiarlos, si es necesario. Afirma Diane que “el conflicto no es el problema, nuestra respuesta al mismo lo es”, porque normalmente nos descoloca y saca lo peor –o lo mejor- de nosotros mismos. Y, sin embargo, es una gran oportunidad para mirarnos cara a cara sin ambages…

Eso sí, para aprender a transformar el conflicto, lo primero es apartar la idea de que algo o alguien está equivocado, pues esta creencia es un obstáculo y nos encarcela en nuestras propias convicciones. Debemos tener claro que, en toda situación, existen tres perspectivas: la primera, la segunda y la tercera persona. Las cosas, en primera persona, siempre son subjetivas; en segunda son intersubjetivas; y en tercera son objetivas. Y lo bueno de todo ello es que el conflicto nos da la oportunidad de abrirnos a conocer otras perspectivas y acceder a otras realidades. ¿Cómo? Diane aconseja escuchar a la persona con la que tienes el conflicto –pero escuchar (y hablar) de verdad, desde el corazón, sin barreras-, empatizar con ella, intentar entenderla y, por último, –¿por qué no?- tratar de aprender de ella.

Así pues, cuando un conflicto irrumpe en nuestra vida, en lugar de pelear, atrincherarnos en nuestras ideas o salir huyendo podemos elegir otra forma de actuar. Podemos recordar que esa situación tiene algo muy positivo, que es una oportunidad para derribar nuestros muros, para conocer otros universos, para agrandar y ampliar hasta el infinito la capacidad de amar de nuestros corazones. ¿Es o no es una buena noticia?


sábado, 13 de diciembre de 2014

Si pudieras cambiar algo de tu cuerpo


Sin palabras…




(Si los subtítulos no aparecen directamente, dale a la ruedecita que aparece bajo el vídeo para activarlos.) 

(Muchas gracias a Adriana)