Una vez más, quiero compartir un cuento de autor desconocido
que he encontrado en el facebook de Ramón (mil gracias) y me ha encantado:
“Cierto día, un profesor entró en el aula y les dijo a sus
alumnos que se preparasen para una prueba sorpresa. Todos se pusieron nerviosos
mientras el profesor iba entregando la hoja del examen con la parte frontal hacia
abajo, de modo que no vieran lo que contenía hasta que él explicara en qué
consistía la prueba.
Una vez que entregó todas las hojas, les pidió que las dieran
vuelta y miraran el contenido. Para sorpresa de todos, era una hoja en blanco
que tenía en el medio un punto negro. Viendo la cara de sorpresa de todos sus
alumnos, el profesor les dijo: “Ahora van a escribir una redacción sobre lo que
están viendo”.
Todos los jóvenes, confundidos, se pusieron a pensar y a
escribir sobre lo que veían. Terminado el tiempo, el maestro recogió las hojas,
las colocó frente al escritorio y comenzó a leer las redacciones en voz alta.
Todas, sin excepción se referían al punto negro de diferentes maneras.
Terminada la lectura, el profesor comenzó a hablar de la
siguiente manera: “Este examen no es para darles una nota, les servirá como
lección de vida. Nadie habló de la hoja en blanco, todos centraron su atención
en el punto negro. Esto mismo pasa en nuestra vida, en ella tenemos una hoja en
blanco entera, para ver y aprovechar, pero nos centramos en los puntos negros. La vida es un regalo de la naturaleza, nos es dada con cariño
y amor, siempre tenemos sobrados motivos para festejar, por nuestra familia,
por los amigos que nos apoyan, por el empleo que nos da el sustento, por los
milagros que nos suceden diariamente y, no obstante, insistimos en mirar el
punto negro, ya sea el problema de salud que nos afecta, la falta de dinero, la
difícil relación con un familiar o la decepción con un amigo”.
Los puntos negros son mínimos en comparación con todo lo que
diariamente tenemos, pero ellos ocupan nuestra mente en todo momento. Saca tu
atención de los puntos negros, aprovecha cada momento y SÉ FELIZ.”
Precioso, Helen!!!! Está claro que para valorar la vida hace falta cierta creatividad lateral y no verlo todo como con orejeras. Un besazo!!! Marta.
ResponderEliminarMe ha gustado eso de la creatividad lateral ;-)
EliminarGracias, Marti. Un beso grande.
Wow que bella reflexión!! Muy cierto todo lo que dices! Gracias por compartirla!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, Rosa. Muchas gracias por la visita y el comentario. Un abrazo.
EliminarLo ideal sería, ver el mar blanco con su pequeño pez negro. El pez puede nadar a sus anchas, pero sólo porque el mar se lo permite. Conócete a ti, conoce tu punto negro y descubre como se puede vivir con ello. Hacer, siempre y cuando sea posible, que la tristeza a la larga deje de ser automática para convertirse en una elección.
ResponderEliminarLos hay quienes son más felices cuando tienen algo en lo que centrar su melancolía, para dejar de no sentir nada. La clave es descubrir como ser feliz.
Un beso, y gracias por tu visita :)
Estoy de acuerdo contigo, Eva, en que lo fundamental es conocerse uno mismo. Es básico para poder ser feliz.
EliminarUn abrazo y gracias a ti.
Bonita historia
ResponderEliminar;-) ¡¡Un abrazo, Ivan Entusiasmado!!
Eliminar