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lunes, 28 de febrero de 2011

Hoy es tu día de suerte

(Gracias a Ramón, por la historia)

Hoy quiero contar la historia de Lucas. Lucas tiene 29 años y es brasileño. Estuvo tres años viviendo en Barcelona y, cuando se fue, decidió despedirse de la ciudad regalando momentos de felicidad; agradeciendo, así, de una forma muy especial, lo feliz que allí había sido.

Para ello, Lucas compró un montón de globos y, a cada uno, le enganchó una entrada para el teatro. Después fue por toda la ciudad, lanzando globos que llevaban un sobre donde decía: “Hoy es tu día de suerte. Aquí tienes un regalo”.

Los que se encontraban con uno de sus globos, al abrir el sobre podían leer:

Hola, tú no me conoces y yo tampoco a ti. Pero eso no importa. Lo importante es que fui muy muy feliz los tres años que viví en Barcelona y la forma que encontré de agradecérselo a la ciudad fue soltar un montón de globos con entradas para una obra de teatro. Así conseguiré que personas como tú puedan divertirse tanto como me divertí yo infinitas veces en esta maravillosa ciudad.
Creo en un mundo más altruista, donde la gente mire menos su propio ombligo y se preocupe más por la felicidad de todos, no sólo de sus familiares y amigos. Un mundo con más amistad y respeto, que puede empezar hoy si todos damos algo sin esperar nada a cambio. Espero que disfrutes de tu regalo. Hasta siempre, Lucas
.”

Lucas regala momentos de felicidad porque cree en un mundo más altruista. Un mundo en el que la gente mire menos su propio ombligo y se preocupe más por la felicidad de todos…

Y tú, ¿en qué mundo crees?

lunes, 21 de febrero de 2011

Tres años... ¿¿¿ya???


El Periódico de las Buenas Noticias cumple hoy tres años. Han pasado muchas cosas desde que empecé a escribirlo. Y, seguramente, yo ya no soy la misma pues resulta que tres años son un montón de días. Concretamente, 1.095 días.

Y hoy, desde la atalaya de esta noche luminosa, giro la cabeza para mirar 1.095 días atrás y vuelvo a girarla para mirar 1.095 días adelante. Y, de pronto, comprendo que el aquí y el ahora es lo único que verdaderamente importa, que el aquí y el ahora es lo único que verdaderamente tengo. Y, justamente por eso, sé que está en mí –sólo en mí- decidir qué hacer con ellos. Y, si me paro un momento a pensarlo, me doy cuenta de que aquí y ahora no tengo ningún problema, de que aquí y ahora soy inmensamente feliz y de que aquí y ahora estoy totalmente agradecida.

Me gusta escribir El Periódico de las Buenas Noticias. Me es útil para poner un poco de orden en mi caos, para sacar un rayo de luz de mi oscuridad. No negaré que hay días en los que me cuesta muchísimo escribirlo –los días en los que me pongo en medio…-, pero el esfuerzo siempre siempre acaba valiendo la pena porque la energía positiva es como un bumerán y vuelve a mí multiplicada por cien, por mil, por tropecientosmil.

Así pues, aquí y ahora voy a celebrar que hace tres años que escribo El Periódico de las Buenas Noticias pero, antes, quiero a dar las gracias a todos los que, de una forma u otra, estáis a mi lado. Ilumináis mi vida y, como dije hace exactamente un año, sois parte de lo que sé y de lo que soy.

¡¡GRACIAS!!

Elena

lunes, 14 de febrero de 2011

Hoy me acordé de la alegría...



Defensa de la alegría - Mario Benedetti


Defender la alegría como una trinchera

defenderla del escándalo y la rutina

de la miseria y los miserables

de las ausencias transitorias

y las definitivas

defender la alegría como un principio

defenderla del pasmo y las pesadillas

de los neutrales y de los neutrones

de las dulces infamias y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera

defenderla del rayo y la melancolía

de los ingenuos y de los canallas

de la retórica los paros cardíacos

y de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino

defenderla del fuego y de los bomberos

de los suicidas y los homicidas

de las vacaciones y del agobio

de la obligación de estar alegres

defender la alegría como un certeza

defenderla del óxido y la roña

de la famosa pátina del tiempo

del relente y del oportunismo

de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho

defenderla de dios y del invierno

de las mayúsculas y de la muerte

de los apellidos y las lástimas

del azar

y también de la alegría.

lunes, 7 de febrero de 2011

¿Cuál es tu cazo?

Me envían Cris y Marta (mil gracias) un cuentito que quiero compartir. Se llama “El cazo de Lorenzo”, la autora es Isabelle Carrier y cuenta la historia de un niño que es diferente a los otros porque arrastra un cazo. Este niño –Lorenzo- es muy sensible, necesita mucho cariño y, aunque tiene un montón de cualidades, la gente sólo ve el cazo que arrastra. Además, su cazo le complica la vida porque se atasca en todas partes y le obliga a hacer el doble de esfuerzo que los otros para llegar al mismo lugar. Un día, Lorenzo está tan cansado que decide esconderse y, poco a poco, la gente se olvida de él. Por suerte, aparece una persona extraordinaria que le ayuda a expresar sus miedos, le muestra sus puntos fuertes y le enseña a creer en sus posibilidades. A partir de entonces, él sigue siendo el mismo y el cazo sigue estando ahí, pero Lorenzo ha aprendido a mirarlo de otra manera –a mirarse de otra manera-.

Después de leerlo, me quedé pensando que, de hecho, todos somos diferentes, que cada uno lleva su propio cazo –grande o pequeño- que lo limita, lo condiciona y no le deja ser feliz. ¿Cuántas veces has querido esconderte porque tu cazo pesaba más de lo que podías o querías soportar? Pienso que es importante hacernos conscientes de ello, aceptar esa diferencia, entenderla y aprender a integrarla.

¿Cómo?, ¿tal vez cambiando el foco de atención? Lorenzo lo hace expresando sus miedos y comprendiendo que mucho más importante que el cazo que arrastra son todas las cualidades que tiene y que, al recordarlas, le devuelven la fe en sí mismo que parecía haber perdido.

¿Cuál es tu cazo?
Y, más importante aún, ¿qué haces con él?